viernes, 31 de julio de 2009

INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR UN CUENTO CORTO

Se prepara con anticipación una botella de ron, hielos, vaso, pluma y papel. Con los primeros rayos de sol, se destapa el ron y se mezcla con los hielos. Al primer trago, se toma la pluma y se abre la ventana del cuarto de azotea. Se inhala una bocanada de aire fresco y se busca con la mirada a la vecina del 210 que justo a esa hora abre su cortina para mostrar a los escritores de cuentos cortos su bata apenas visible y la excelencia de sus carnes. Se da un segundo trago y se enfrenta a la hoja en blanco. Si la imagen de la vecina es más poderosa que cualquier asomo de narrativa, se repite la operación del vaso inclinado. Si después de dos horas el autor no logra romper el círculo vicioso de sorber y desear a la vecina, se abandona el procedimiento para repetirlo a la mañana siguiente. Algún día la hoja en blanco recibirá en su seno una obra tan contundente como “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, sin necesidad de recurrir al plagio ni a la masturbación nocturna por esa pinche vecina tan buena.

5 comentarios:

  1. ¿Y si la vecina no es(tá) lo bastante buena?

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  2. Y por aquí, ¿todo abandonado?

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  3. puede que sea vecino...!!!!?? pero como por aca no hay uno bueno ahora entiendo por que no escribo ni cuentos ni nada por el estilo!!!!

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